Diario de calle es una película en la que Erin Gruwell parece
dispuesta a comerse el mundo el día en que entra en un instituto como profesora.
Pero su clase lo único que espera es sobrevivir un día más, son un grupo multiétnico de adolescentes de
los más variados orígenes. Lo único que parece tener en común es el odio que se profesan
entre sí y la intuición de que el sistema educativo se está limitando a
almacenarlos en cualquier lugar antes de que tengan edad para desaparecer. Erin
se empeña día tras día en ganarse a sus estudiantes pese a su obstinado rechazo
a toda forma de participación en las clases. Sabiendo que cada uno de sus
estudiantes tiene una historia que contar, Erin les anima a que escriban un
diario con sus pensamientos y experiencias. Los diarios de los chicos pronto
dejan de ser deberes de clase y se convierten en un instrumento de afirmación
vital; y el contacto con sus estudiantes afecta a Erin mucho más profundamente
de lo que ella hubiera podido imaginar.
Los objetivos de esta película se basan especialmente en:
-Afrontar el reto de educar alejando a los adolescentes de la actitud violenta y discriminatoria que puede surgir en la convivencia utilizando la Libreta como un medio para la comunicación de los más interno de cada uno de ellos, de sus sentimientos y de su forma de pensar.
-Dar a conocer la herramienta de la Libreta Espiritual y lo que se puede hacer.
-Comprender las diferencias sociales y culturales que existen en la sociedad superando los prejuicios que crean las barreras culturales y religiosas en las relaciones personales.
-Analizar la realidad social cercana que permita identificar las situaciones conflictivas en las relaciones en situaciones concretas entre personas con diferente cultura, idioma, religión y formas de vivir.