lunes, 24 de febrero de 2014

'ALGO QUE APRENDER'

Me dispongo a realizar mi segunda reflexión sobre el artículo de Paco Espadas titulado “Algo que aprender”. En dicho artículo el pedagogo francés Philipe Meirieu afirma que uno de los retos del sistema escolar del siglo XXI, es que “no podemos contentarnos con dar de beber a quien tiene sed, sino que hay que dar sed a quienes no quieren beber”.


En el artículo el autor nos retrata la educación como un derecho, pero nunca como una obligación. La finalidad de la educación debe ser despertar las inquietudes de los alumnos para conocer y aprender, ya que en algunas ocasiones hemos podido observar por parte de profesores la desmotivación por enseñar, por lo que esta desmotivación antes o temprano será transmitida a los alumnos. Por lo tanto creo que es imprescindible la motivación por parte de profesores para que el aprendizaje de los alumnos sea fluido y para invitarlos a aprender de forma interesada y no por obligación. Hay que extender el éxito escolar a todos los sectores de la sociedad mediante la igualdad de oportunidades, esto nos lleva a replantearnos si estamos haciendo bien las cosas respecto a la materia educativa. Estamos acostumbrados a un sistema educativo en el que reina la competición entre alumnos debido al sistema de calificación que tenemos, por lo que deberíamos plantearnos cambiar esta exigencia y competición por parte de los alumnos mediante el cambio del sistema educativo.

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿CÓMO PUEDE SER LA ESCUELA PARA MAÑANA?

Mi primera entrada se la dedico a una pregunta que parece a simple vista fácil de contestar como es “¿cómo puede ser la escuela para mañana?”,  pero resulta compleja su respuesta. Lo más seguro es que todos tengamos un estereotipo de escuela perfecta para el futuro de mañana, donde los niños aprendan divirtiéndose y donde predomine la igualdad y el compañerismo.

Francesco Tonucci, pedagogo italiano, nos habla en una conferencia en el Parque de las Ciencias de Granada sobre cómo sería para él la escuela de mañana para la sociedad. Una escuela de mañana debería de ser una escuela para todos, no puede ser una escuela para pocos, no puede contar con familias para aportar las bases culturales, porque no todas las familias tienen los instrumentos para ofrecer esas bases culturales a sus hijos. Tiene que ser una escuela bella, es decir, bella como es nuestra casa, ya que  nos pasamos la vida haciendo que nuestra casa sea lo mejor posible porque pasamos mucho tiempo allí, debemos lograr lo mismo con la escuela, una escuela rica de estímulos con espacios significativos como un jardín, y, un lugar donde los niños puedan escuchar la lectura a alta voz de adultos porque no hay mejor método para enseñar la lectura que éste.

Se trata de una escuela de la diversidad, una escuela mixta, en la que comparten clase niños y niñas de todos los tipos de inteligencia y de diferentes culturas, por eso es partidario de la escuela pública, porque en las privadas se puede reducir la diversidad y está a favor de ir a la escuela más cercana.

La escuela tiene que estar interesada en lo que los alumnos pueden aportar, una escuela de la escucha y nunca de la propuesta, donde los materiales no son los libros, sino los pensamientos de los niños.

Deberían de desaparecer las aulas y que sólo existieran los talleres de música, dibujo, biología, etc. Es decir, clases específicas para cada asignatura.


El desafío de la educación es ayudar a  descubrir a cada alumno qué es lo suyo, y enseñarle que cada alumno puede ser excelente y el mejor en algo.